El recorrido ofrece varios itinerarios posibles. Bien desde la subida al castillo o desde el final del paseo de La Mina, el camino realiza una vuelta circular a La Atalaya, pasando junto al área de descanso del Pocico de San Juan, muestra del pasado minero de la localidad. Las sendas empedradas que ascienden al Collado de Las Lomas ofrecen unas vistas del Llovedor inmejorables. Los diversos tramos de sendero antiguo -puerta de entrada a la localidad antes de construirse el túnel de acceso- son espectaculares. No es extraño toparse con algún grupo de cabras hispánicas por estas cresterías.
La vuelta circular al castillo permanece bien acondicionada y resulta especialmente sorprendente pasar por debajo del acueducto y enlazar con el camino a Seno, ya hacia tierras del Bajo Aragón. Imprescindibles en esta excursión son los prismáticos y la cámara de fotos, ideal para realizarla en familia.
Fuente: Senderos Turísticos de Aragón