Esta ruta nos descubre uno de los patrimonios más interesantes de este territorio, la piedra seca, declarada Bien de Interés Cultural (BIC). El camino se toma nada más atravesar el portal de San Pablo en La Iglesuela del Cid y a lo largo de su recorrido se disfruta de kilómetros de muros, cerradas, chozos, casetas… realizados con esta antiquísima técnica de aprovechamiento de la piedra del terreno. Merece la pena acercarse hasta el Santuario de la Virgen del Cid, conocer la leyenda del caballo del Cid junto al peirón de Santiago y disfrutar de las curiosas “caseticas del cura”.
Desde La Iglesuela se sigue el sendero GR 8.2, en dirección a La Cuba y a Casas de San Juan, pasando por la fuente de los Alpargateros y, más adelante, junto a la caseta del Cojico. En el azagador de Franch se abandona el GR 8.2 y se toma, a los pocos metros, una caleja muy estrecha con muros de piedra de bella factura. Este camino cruza otros azagadores de mayor anchura, como el Camino del Puntal, hasta alcanzar un gran descansadero de ganado. A partir de aquí hay dos opciones: podemos acercarnos hasta la ermita del Cid o continuar en descenso hacia la caseta Fernandito, construida en 1950. Esta opción nos deja junto al bonito puente de piedra que nos permite cruzar el barranco. Tras pasar por las Caseticas del Cura y el peirón junto al camino, el recorrido finaliza junto a una caseta conmemorativa.