La iglesia actual fue construida en 1730, en el mismo emplazamiento donde hubo al menos otros dos templos con anterioridad. El primero de ellos quedó destruido por un incendio en 1459. A su vez, la iglesia que se construyó en su lugar resultó muy dañada durante la guerra de Sucesión, por lo que, poco después de finalizar esta, se reedificó de nuevo. Su mobiliario litúrgico fue destruido durante la última guerra civil.
Se trata de un edificio de grandes dimensiones, realizado en mampostería y cantería, de planta rectangular, con tres naves y cabecera recta con sacristías a los lados. La torre sobresale a los pies del edificio, adosada por el lado del Evangelio. La fachada, de carácter clasicista, es muy plana y sobria. La portada es en arco de medio punto moldurado, flanqueado por dos grandes pilastras que sostienen un entablamento coronado a su vez por una pequeña hornacina avenerada entre pilastras lisas. Destacan los llamadores de forja de la puerta, que representan a San Cristóbal con el niño y a Santa Bárbara con la torre y la palma de martirio.