Situado en la principal plaza de la localidad, frente a la fachada de la iglesia, es un edificio de grandes dimensiones y planta rectangular, de dos pisos. Está realizado en tapial, si bien sus vanos se encuentran enmarcados por piezas de cantería.
La fachada está dividida en dos cuerpos por una imposta de cierto relieve, ambos con una composición simétrica.
En la planta baja se abre una puerta en arco de medio punto y ventanas adinteladas. En la superior se abren balcones flanqueados por pilastras acanaladas y molduradas de carácter clasicista. Sobre ellos, separándolos del alero, hay una moldura escalonada y una cenefa decorada con 32 tipos diferentes de cerámica. El alero, muy volado, es de madera.
En el interior de la casa destaca la linterna situada sobre el hueco de la escalera, con un escudo pintado en el techo. La parte trasera del edificio, orientada al sur, se encuentra muy abierta y fraccionada en patios y galerías.
Construido en el siglo XIX como vivienda, el edificio fue restaurado y reconvertido en hotel.