El ayuntamiento y la torre del castillo forman hoy en día un bloque unitario, adosado a la iglesia en sentido perpendicular, cerrando la plaza por uno de sus flancos. Tanto la torre como las mazmorras del viejo castillo templario sirven de dependencias al Ayuntamiento.
En la fachada a la plaza destacan las dos ventanas ajimezadas correspondientes al salón de sesiones en la planta principal. Sus parteluces son esbeltas columnillas con capiteles corintios rematados por una pieza con rosetones. Bajo el salón se desarrolla la lonja de tres arcos apuntados. Desde esta, a través de un estrecho portón, se accede a la cárcel, que es una pequeña estancia cubierta con bóveda de cañón y en cuyo suelo se abre un vano cuadrado que comunica con la mazmorra. El salón de sesiones conserva su techumbre de madera original.
La torre, conocida como torreón de los Nublos o del Esconjurador, pudo ser levantada por los templarios o por los sanjuanistas, ya que su época de construcción algunos indican que pudo ser en el siglo XIII y otros en el siglo XV. Actualmente está incorporada al edificio del siglo XVI de la casa consistorial, sobresaliendo de él tanto en planta como en alzado.
Es de planta cuadrada de alrededor de cinco metros de lado y su obra es de mampostería reforzada por sillares en las esquinas. En sus muros aparecen escasos vanos y conserva el remate almenado, aunque este podría ser un añadido posterior, pues debajo de él aparecen las ménsulas que sostendrían el matacán corrido.
Todo el conjunto, torre y edificio, fue restaurado a finales del siglo XX.
También se le conoce como “del esconjurador” porque probablemente, cuando había amenaza de tormenta, peste o plaga, el sacerdote subiría a la torre con alguna reliquia a “conjurar” el mal con oraciones y exorcismos para que pasase de largo de la localidad.
Más información: Museo Virtual Maestrazgo