Con este nombre se conocía al medio de hacer justicia en los pueblos. El Pellerich o Pelleric es una gran piedra de forma octogonal que se encuentra instalada en una orilla de la plaza del pueblo. El pelleric (picota en castellano) era un lugar de escarnio público donde los ladrones con robos menores o malhechores recibían las burlas de los vecinos.
Se trata de una piedra grande donde se ataba a los condenados rodeando su cuello con un collar de hierro (pelleric), unido a la piedra por una cadena, quedando expuestos a la burla y humillación de la gente del pueblo. Casi siempre, sobre el condenado, o a su lado, se colocaba un escrito que indicaba el delito que había cometido.
Los pellerics tienen su origen en la Edad Media y eran la muestra de que el lugar tenía autonomía administrativa y jurisprudencia penal. Gran parte de los pellerics de la península desaparecieron después de que las Cortes de Cádiz declararan en 1811 la abolición de los privilegios exclusivos, privativos y prohibitivos provenientes de señoríos, vestigios de las antiguas justicias particulares.
Se conservan recuerdos de los Pellerich en las vecinas Mirambel, Olocau del Rey, Culla y Vallibona, estas tres últimas en la provincia de Castellón.