Es una construcción que combina el gótico tardío y el estilo renacentista. Si bien utiliza bóvedas de crucería heredadas del gótico, su concepción espacial unitaria es propia del renacimiento, al igual que algunos de sus elementos, como el pórtico.
Presenta una planta sencilla en la que se aprecia la cabecera poligonal y una sola nave de tres tramos con pequeñas capillas entre los contrafuertes.
El interior está completamente revestido de estucos y pinturas clasicistas y tiene coro elevado a los pies, donde se conserva la caja del antiguo órgano. La torre, construida en sillería, se adosa a los pies del templo. Una escalera de caracol labrada en piedra cuyo volumen se manifiesta al exterior sobre el muro este de la torre, recorre los dos últimos cuerpos de la misma.
La base de la torre está constituida por un soportal, abierto en tres de sus lados en arcos apuntados que apoyan sobre gruesos pilares y cubierto por bóveda de crucería estrellada bajo el cual está la portada de la iglesia, en la que aún son apreciables restos de policromía.
Del soportal parte un complejo sistemas de pasajes formados por arcos rebajados que apean sobre gruesas columnas. Uno de ellos comunica la iglesia con el ayuntamiento a través de una lonja con forma de L. Mientras tanto, el segundo, en recodo, conecta con la puerta del Cierzo y la parte alta del pueblo.