El entorno de la plaza de Molinos se encuentra jalonado de casas que recuerdan épocas pasadas: Pórticos, casas con portadas adoveladas, ventanas molduradas. Cada esquina es un pequeño enclave del que respirar la historia y el paso del tiempo a la par que te sobrecoge.
Curiosa es la denominada Casa del Moro, en las calles bajas.