«Si vuestra merced quiere un traguito, aunque caliente, puro, aquí llevo una Calabaza de lo caro, con no sé cuántas rajitas de queso de Tronchón, que servirán de llamativo y despertador de la sed, si acaso está durmiendo.»
Capítulo LII de “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”. Miguel de Cervantes.
Si hay algún producto gastronómico que represente al Maestrazgo este es el queso de Tronchón. Se elabora desde antiguo y, aunque no es posible fijar la fecha de inicio de su fabricación, sabemos que en el siglo XVII ya gozaba de cierta fama, puesto que, en 1615, cuando se publica la 2ª parte de «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha«, aparece nombrado en un par de capítulos. Esto nos indica que Cervantes era conocedor del queso de Tronchón, y dado lo despacio que en aquella época viajaban las noticias hay que suponerle ya celebridad al menos cien años antes.
En Tronchón siempre se hizo queso en las casas, pero no fue hasta el año 1990 cuando Carlos Grau, compró maquinaria y, en apenas dos años, estuvo en marcha en los bajos de su casa una quesería. Esos fueron los inicios. Poco a poco fue creciendo, cambió de ubicación y se fue dando a conocer en ferias y mercados, abanderando con este rico producto el nombre de Tronchón y del Maestrazgo.
Hoy puedes conocer los quesos de Tronchón, de los que se elaboran tres variedades: quesos curados de cabra y de oveja, y semicurado de oveja. Conocer cómo se elaboran, cómo se curan y qué delicioso sabor tienen.
Aprovecha para conocer un producto valorado y reconocido allá donde va, y que ha puesto a Tronchón en el mapa a través de su queso.