Inicio / Agroalimentacion

Agroalimentación

La comarca del Maestrazgo posee un excelente patrimonio gastronómico apoyado sobre la base de los productos agrícolas y ganaderos. Hoy estos productos, producidos desde antaño, se siguen elaborando conforme recetas tradicionales. En el Maestrazgo hay numerosas empresas dedicadas a la transformación de los productos provenientes del cerdo, destacando por encima de todos los jamones, pero también se elaboran otros productos, tales como el lomo embuchado, el chorizo, la longaniza, el salchichón y la cabezada de lomo. Igualmente puede adquirirse “conserva” de cerdo, donde el lomo, las costillas y la longaniza una vez fritas se cubren de aceite para garantizar más tiempo su conservación.

En la zona del Bajo Maestrazgo destaca el cultivo del olivo, del cual se extrae un exquisito y refinado aceite de la variedad empeltre que viene amparado por la Denominación de Origen Aceite de Oliva Virgen Extra del Bajo Aragón.

También tenemos vino. En la localidad de Las Planas de Castellote una pequeña empresa elabora los únicos caldos que se hacen en el Maestrazgo a partir de uvas de las variedades de Tempranillo, Garnacha y Cabernet Sauvignon, utilizando únicamente sus propias viñas. Elaboran vinos jóvenes tintos, blancos y rosados, pero también un buen crianza y un reserva.

 

No podemos olvidarnos del pan y la repostería de la zona, que ha sabido combinar la tradición con la modernidad. Estos artesanos del dulce elaboran delicias tales como tortas de alma, sequillos, mantecados, almendrados, misterios, carquiñoles, mostachones, harinosos, torticas finas o almojábanas.

Para acompañar las pastas nada como la rica miel sana y natural que producen varias empresas del territorio, las cuales ofrecen miel de varios tipos: romero, tomillo y mil flores…

Pero si hay algún producto gastronómico que represente al Maestrazgo, este es el queso de Tronchón. Se elabora desde antiguo y, aunque no es posible fijar la fecha de inicio de su fabricación, sabemos que en el siglo XVII ya gozaba de cierta fama, puesto que, en 1615, cuando se publica la 2ª parte de «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha», aparece nombrado en un par de capítulos.  Esto nos indica que Cervantes era conocedor del queso de Tronchón, y dado lo despacio que en aquella época viajaban las noticias hay que suponerle ya celebridad al menos cien años antes. Se elaboran tres variedades: quesos curados de cabra y de oveja, y semicurado de oveja.

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha

 Miguel de Cervantes Saavedra

(Capitulo LII, hacia el final):
"... díole las bellotas, y más un queso que Teresa le dio por ser muy bueno, que se aventajaba a los de Tronchón. Recibiólo la duquesa con grandísimo gusto..."

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha

 Miguel de Cervantes Saavedra

(Capitulo LXVI):
"Si vuestra merced quiere un traguito, aunque caliente, puro, aquí llevo una Calabaza de lo caro, con no sé cuántas rajitas de queso de Tronchón, que servirán de llamativo y despertador de la sed, si acaso está durmiendo."
"... dieron fondo con todo el repuesto de las alforjas, con tan buenos alientos, que lamieron el pliego de las cartas, sólo porque olía a queso."