El segundo día te recomendamos hacer la ruta lineal de 6’5 km solo ida que conecta Villarroya con Miravete de la Sierra, ambos declarados conjuntos histórico artístico. En Miravete puedes ver la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, la plaza porticada, la casa consistorial, el puente medieval, el horno, el trinquete y, tras un breve paseo por el río, el molino harinero. Además puedes visitar las icnitas, o huellas de dinosaurio que se encuentran muy cerca del pueblo y pertenecen al tránsito Jurásico-Cretácico. Un panel te ayudará con la interpretación.
Por la tarde nos podemos dirigir a Cañada de Benatanduz, a 35 km de Villarroya, que destaca por las vistas del barranco que ofrecen sus miradores. Te proponemos realizar la vuelta al río Cañada, preciosa vuelta circular de 4 km. Al terminar la ruta, párate a contemplar la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el edificio del hospital de los pobres y la antigua escuela, y las ermitas. En la ermita de San Cristóbal tienes una estupenda panorámica de la localidad y un marco gigante para hacerte una buena foto.
Además, este es el primer pueblo que te encuentras si recorres The Silent Route, la carretera panorámica más famosa de la comarca, llena de sorpresas y lugares para visitar.