Las carreteras del Maestrazgo son tranquilas, con muy poco tráfico y numerosos puertos de montaña que son un paraíso para los amantes del cicloturismo: Cuarto Pelado, Villarroya de los Pinares y Sollavientos en la A-226, con alturas que oscilan entre los 1.500-1.700 m, y el de Villarluengo, en la A-1702.
Pero sin duda, los más duros e imponentes son los puertos de San Cristóbal, entre Pitarque y Aliaga, con 8,8 km y pendiente máxima del 19%; el puerto de Fortanete, en dirección a Valdelinares, con 6,5 km y pendientes que alcanzan el 17%, o La Tarayuela en Cantavieja, en dirección a Mosqueruela, con 5 km y una pendiente media del 7%.
Está señalizada para uso ciclista la A-1702, de Ejulve al Puerto de Cuarto Pelado, en Cantavieja, y la A-226, desde este último punto hasta el puerto de Villarroya de los Pinares.