Buscar
Inicio / Lugares con historia / Conjuntos históricos

Conjuntos históricos

La comarca del Maestrazgo cuenta con un elevado número de Bienes de Interés Cultural. Ocho de los dieciséis municipios que la conforman tienen la categoría de Conjunto Histórico Artístico.

Todos los pueblos conservan un cierto aire medieval, perviviendo en ellos elementos de gran interés histórico y estético. Sin duda, destaca Mirambel , rodeado de murallas, con sus cinco portales de acceso originales y con edificios de gran valor arquitectónico, creando algunos de los espacios urbanos más interesantes de la comarca. No en vano, recibió en 1983 el Premio Europa Nostra por la labor de conservación y restauración llevada a cabo en esta villa.

Pero hay más. Miravete de la Sierra, Villarroya de los Pinares, Cantavieja, La Iglesuela del Cid, Tronchón, Las Cuevas de Cañart y Castellote, todos ellos tienen esta consideración por la conservación de su trazado medieval y por la gran cantidad de elementos de interés que han llegado a nuestros días: iglesias, ermitas, casas del concejo, murallas, portales, casas palacio o puentes. Todos estos elementos son lo que transmiten la historia de la localidad, dotándola de una especial importancia que hace necesaria su protección.

También se declaró Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de conjunto histórico, el Camino de los Pilones, que une las localidades de Villarroya de los Pinares y Allepuz. El recorrido de la vía, de origen medieval, tiene una longitud de casi seis kilómetros. Se caracteriza por estar señalizada mediante unos grandes pilones, de los que actualmente se conservan 113. Estos hitos están construidos con obra de mampostería, piedra y mortero y enlucidos. Tienen forma cilíndrica, con mayor diámetro de basamento y remate. Los hitos tienen una altura media aproximada de 2,50 metros y un diámetro de alrededor de 0,65 metros. Estos pilones se sitúan en los laterales del camino a una distancia regular de entre 30 y 50 metros entre ellos.

El objetivo es ofrecer al caminante una relación visual para que no se perdiera con la ventisca, la nieve y la niebla, que son elementos meteorológicos frecuentes en este paisaje árido sin apenas vegetación arbórea. Se puede recorrer siguiendo las indicaciones desde los pueblos que une.