Allepuz, una localidad de 143 habitantes, situada al suroeste de la comarca, se encuentra encaramada en la ladera de un monte a una altitud de 1474 metros. La mayor parte del término municipal se halla recorrido por el río Sollavientos, afluente del Turia. El perfil del valle creado por dicho río está limitado al este por una larga franja de cinglos, pudiendo destacar el Morrón (1889m), la Zaragozana (1911m) y la Nave (1975m). El nombre de la localidad hace referencia a esta topografía, pues Allepuz significa “coraza” en árabe. Esto supone, sin duda alguna, un guiño a la protección natural de la que goza este municipio.
Al igual que sucede en el resto de la comarca, Allepuz cuenta con excelentes casonas monumentales de los siglos XVII y XVIII. Destaca por encima del resto la Casa Grande, coronada con una lonja con arcos de medio punto y que actualmente se encuentra dentro de la Red de Hospederías de Aragón. También cabe resaltar la ermita de Loreto (1692), situada a la entrada del pueblo, y la iglesia de la Purificación (1771). Otros elementos interesantes son la fuente abovedada y el ayuntamiento de la localidad, que sigue el patrón de las casas concejiles aragonesas de la Edad Moderna.
Las joyas de Allepuz
En el término municipal se pueden encontrar dos joyas de gran interés para el visitante. La primera, la ermita de Santa Isabel de Sollavientos, remoto recuerdo de un despoblado medieval. La segunda es el Camino de los Pilones, que conecta esta localidad con Villarroya de los Pinares, donde una serie de hitos, situados a lo largo del camino a distancia regular de entre 30 y 50 metros, permiten obtener una relación visual entre ellos con el fin de no perderse con la ventisca, la nieve y la niebla en un terreno sin apenas vegetación arbórea.