Luco de Bordón y Torremocha son dos pequeños enclaves del municipio de Castellote por los que merece darse un paseo. En concreto, Torremocha es una pedanía abandonada que aún guarda un pequeño encanto digno de recorrer. Abandonado en los años 70, aún conserva el espíritu de las pedanías de la zona y se pueden ver cómo se adaptaron al entorno para vivir.
El caserío de Luco de Bordón se asienta sobre un cerro en el que destaca la ermita de la Purísima o del Calvario. Desde la calle Horno comienza una senda que desciende hasta el barranco de las Moreras, que se cruza por una pequeña palanca, y más adelante enlaza con la pista y descensos. Cuando se divisa el despoblado, la ruta se interna por un sendero pedregoso hasta el barranco de Torremocha, junto a una fuente y un depósito más moderno. El camino finaliza por una senda empedrada que asciende hasta la población vieja y la antigua iglesia (en ruinas), aprovechando los estratos geológicos de la roca.
Es un recorrido corto en el que puedes recorrer Torremocha con tranquilidad y volver en el mismo día sin demasiado esfuerzo. Si quieres saber más sobre la naturaleza y el patrimonio de Castellote, pincha en el siguiente enlace.