Cantavieja

Capital del carlismo

El Maestrazgo se configuró como un  en guerra a partir del momento en que los carlistas decidieron establecer su centro de operaciones en Cantavieja. Era el año 1836 y, desde entonces, aquella pequeña población de aires medievales situada en el corazón del Maestrazgo turolense se convirtió en un símbolo del desafío legitimista a la autoridad del gobierno liberal. En la práctica operará como su corazón institucional a lo largo del tiempo. Cantavieja llegará a ser la capital del carlismo en el Maestrazgo en las dos grandes guerras carlistas, con cuarenta años de diferencia en el tiempo, lo que le proporcionó una gran centralidad en todo lo acontecido en estas tierras a lo largo del siglo XIX.

Cantavieja Territorio Guerras Carlistas

Ramón Cabrera (1806-1876)

El Boletín de Cantavieja

Los asedios de Cantavieja

Corazón de la administración militar

Cabrera era un joven seminarista tortosino llegado a las filas del pretendiente don Carlos en los primeros momentos de la insurrección.

Cantavieja alojó la primera imprenta carlista del Maestrazgo. En ella se estamparon los primeros manifiestos y órdenes de Cabrera.

Pese a la estampa imponente que muestra Cantavieja, en realidad, su principal defensa es la dificultad para transportar hasta allí las tropas y encaramar hasta las alturas circundantes las piezas de artillería.

Tras hacer de Cantavieja su capital, Cabrera organizó en ella todo lo necesario para controlar el territorio del Maestrazgo.

Carecía de experiencia militar anterior, pero muy pronto destacó entre los líderes de partidas carlistas. Fue él quien, en la primavera de 1836, tomó la decisión de apoderarse de Cantavieja e instalar en ella su cuartel general. La insurrección dejaba de ser itinerante para establecer un territorio propio. Desde entonces Cantavieja fue un símbolo del carlismo y también un objetivo militar para sus enemigos.

También saldría de sus planchas, en agosto de 1836, el número 1 del Boletín del Real Ejército del Reyno de Aragón, más conocido como «el boletín de Cantavieja», que fue el periódico del que se sirvieron los carlistas del Maestrazgo para difundir las noticias oficiales, los hechos de armas y distintos tipos de textos en prosa y verso dirigidos a modelar la opinión pública del territorio.

La población, tomada por los carlistas en 1836, fue reconquistada temporalmente para los liberales por el general San Miguel. No tardó Cabañero en recuperarla en abril de 1837. En 1840 los defensores no se expusieron a un bombardeo y abandonaron en la noche la plaza descolgándose por las murallas. Los carlistas volvieron a tomar Cantavieja en 1874 y sufrirían el mayor sitio en julio de 1875. El bombardeo sobre la población duró 5 días en los que cayeron más 3000 granadas antes de que se rindiera a las tropas del general Jovellar.

En el interior de sus muros estableció el puesto de mando y allí fueron reuniéndose los reclutas carlistas y recibiendo la primera instrucción. Además de cuartel, Cantavieja sirvió como hospital para los heridos y depósito para pertrechos y víveres. También se fabricó y almacenó la munición y funcionó una maestranza de artillería que tenía como misión recomponer el armamento. Mas tarde, a medida que se asiente la administración carlista, Cantavieja sería la sede de los primeros órganos políticos y militares.

Ramón Cabrera fue el principal jefe carlista en el Maestrazgo durante la Primera Guerra Carlista.
Ramón Cabrera fue el principal jefe carlista en el Maestrazgo durante la Primera Guerra Carlista.
El Boletín que comenzó a publicarse en Cantavieja mantendría su aparición hasta 1840, poco antes de que los carlistas abandonaran el país.
El Boletín que comenzó a publicarse en Cantavieja mantendría su aparición hasta 1840, poco antes de que los carlistas abandonaran el país.
El general San Miguel recuperó temporalmente el control liberal de Cantavieja en el otoño de 1836.
El general San Miguel recuperó temporalmente el control liberal de Cantavieja en el otoño de 1836.
La posición de Cantavieja en el centro del Maestrazo la convirtió en el lugar adecuado para establecer la capital carlista de Cabrera.
La posición de Cantavieja en el centro del Maestrazo la convirtió en el lugar adecuado para establecer la capital carlista de Cabrera.

Ramón Cabrera (1806-1876)

Cabrera era un joven seminarista tortosino llegado a las filas del pretendiente don Carlos en los primeros momentos de la insurrección.

Carecía de experiencia militar anterior, pero muy pronto destacó entre los líderes de partidas carlistas. Fue él quien, en la primavera de 1836, tomó la decisión de apoderarse de Cantavieja e instalar en ella su cuartel general. La insurrección dejaba de ser itinerante para establecer un territorio propio. Desde entonces Cantavieja fue un símbolo del carlismo y también un objetivo militar para sus enemigos.

El Boletín de Cantavieja

Cantavieja alojó la primera imprenta carlista del Maestrazgo. En ella se estamparon los primeros manifiestos y órdenes de Cabrera.

También saldría de sus planchas, en agosto de 1836, el número 1 del Boletín del Real Ejército del Reyno de Aragón, más conocido como «el boletín de Cantavieja», que fue el periódico del que se sirvieron los carlistas del Maestrazgo para difundir las noticias oficiales, los hechos de armas y distintos tipos de textos en prosa y verso dirigidos a modelar la opinión pública del territorio.

Los asedios de Cantavieja

Pese a la estampa imponente que muestra Cantavieja, en realidad, su principal defensa es la dificultad para transportar hasta allí las tropas y encaramar hasta las alturas circundantes las piezas de artillería.

La población, tomada por los carlistas en 1836, fue reconquistada temporalmente para los liberales por el general San Miguel. No tardó Cabañero en recuperarla en abril de 1837. En 1840 los defensores no se expusieron a un bombardeo y abandonaron en la noche la plaza descolgándose por las murallas. Los carlistas volvieron a tomar Cantavieja en 1874 y sufrirían el mayor sitio en julio de 1875. El bombardeo sobre la población duró 5 días en los que cayeron más 3000 granadas antes de que se rindiera a las tropas del general Jovellar.

Corazón de la administración militar

Tras hacer de Cantavieja su capital, Cabrera organizó en ella todo lo necesario para controlar el territorio del Maestrazgo.

En el interior de sus muros estableció el puesto de mando y allí fueron reuniéndose los reclutas carlistas y recibiendo la primera instrucción. Además de cuartel, Cantavieja sirvió como hospital para los heridos y depósito para pertrechos y víveres. También se fabricó y almacenó la munición y funcionó una maestranza de artillería que tenía como misión recomponer el armamento. Mas tarde, a medida que se asiente la administración carlista, Cantavieja sería la sede de los primeros órganos políticos y militares.