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Tronchón

Un municipio ante la guerra

Un municipio ante la guerra

Tronchón estaba demasiado cerca del corazón del Maestrazgo carlista para poder eludir el huracán de problemas que se le venía encima con el estallido de la guerra. Sin ser una fortaleza como Aliaga, ni jugar el papel de centro administrativo como Mirambel, ni un papel militar como Cantavieja, su vida estuvo igualmente marcada por la evolución del conflicto. Pequeños municipios como este tuvieron que hacer frente a enormes exigencias económicas que venían de fuera y que, muchas veces, excedían su propia capacidad de gestión.

© José Luis Cano

Baluarte liberal

Partidas carlistas

Dos bandos, doble exigencia

Resistencia pasiva

Desde muy temprano, en noviembre de 1833, el ayuntamiento de Tronchón recibió órdenes para que tuviera hombres apostados que pudieran dar información a las autoridades gubernamentales sobre la insurrección que había tenido lugar en Morella.

Esta imagen de cierta normalidad, sin embargo, es ficticia. Al mismo tiempo, el ayuntamiento tenía que gestionar la presencia de partidas carlistas y la demanda de raciones.

Hasta 1835 se cumplieron los compromisos con el gobierno, es decir, información sobre partidas, quintos, raciones, organización de milicias,…

Aunque Tronchón se encuentra en territorio carlista, su actitud ante las peticiones siempre fue dilatoria.

El brigadier Nogueras fue el jefe liberal más activo en la persecución de los rebeldes carlistas en la primera fase de la guerra.
El brigadier Nogueras fue el jefe liberal más activo en la persecución de los rebeldes carlistas en la primera fase de la guerra.
Las partidas carlistas entraban en los pueblos con la intención de obtener alimento y dinero que les permitiera mantenerse en activo.
Las partidas carlistas entraban en los pueblos con la intención de obtener alimento y dinero que les permitiera mantenerse en activo.
José Miralles, alias el Serrador, fue uno de los guerrilleros carlistas más activos en el Maestrazgo.
José Miralles, alias el Serrador, fue uno de los guerrilleros carlistas más activos en el Maestrazgo.
La vida y la supervivencia económica debían seguir al tiempo que la guerra se adentraba en el día a día de los pueblos.
La vida y la supervivencia económica debían seguir al tiempo que la guerra se adentraba en el día a día de los pueblos.

Baluarte liberal

Desde muy temprano, en noviembre de 1833, el ayuntamiento de Tronchón recibió órdenes para que tuviera hombres apostados que pudieran dar información a las autoridades gubernamentales sobre la insurrección que había tenido lugar en Morella.

El brigadier Nogueras fue el jefe liberal más activo en la persecución de los rebeldes carlistas en la primera fase de la guerra.
El brigadier Nogueras fue el jefe liberal más activo en la persecución de los rebeldes carlistas en la primera fase de la guerra.

Partidas carlistas

Esta imagen de cierta normalidad, sin embargo, es ficticia. Al mismo tiempo, el ayuntamiento tenía que gestionar la presencia de partidas carlistas y la demanda de raciones.

Las partidas carlistas entraban en los pueblos con la intención de obtener alimento y dinero que les permitiera mantenerse en activo.
Las partidas carlistas entraban en los pueblos con la intención de obtener alimento y dinero que les permitiera mantenerse en activo.

Dos bandos, doble exigencia

Hasta 1835 se cumplieron los compromisos con el gobierno, es decir, información sobre partidas, quintos, raciones, organización de milicias,…

José Miralles, alias el Serrador, fue uno de los guerrilleros carlistas más activos en el Maestrazgo.
José Miralles, alias el Serrador, fue uno de los guerrilleros carlistas más activos en el Maestrazgo.

Resistencia pasiva

Aunque Tronchón se encuentra en territorio carlista, su actitud ante las peticiones siempre fue dilatoria.

La vida y la supervivencia económica debían seguir al tiempo que la guerra se adentraba en el día a día de los pueblos.
La vida y la supervivencia económica debían seguir al tiempo que la guerra se adentraba en el día a día de los pueblos.