“Entre montañas bravías -que quieren tocar el cielo- se destaca la silueta de mi pueblo Villarluengo”. Ya Enrique Royo con su copla nos daba una idea de la profunda impresión del viajero al contemplar por primera vez la escarpada figura de este pueblo. Villarluengo está emplazado en la falda de la montaña del Monte Santo, sobre un espolón de rocas calcáreas a unos 1.130 m. de altitud, y hacia abajo, se asoma a las profundas gargantas del río Cañada.
Cuenta, en su gran término municipal, con numerosas masías agrupadas en varias partidas y con una pedanía, Montoro de Mezquita, otro de los puntos naturales más interesantes de la comarca. Acércate y descubre este bello paraje.
La historia de Villarluengo
Dentro del actual término de Villarluengo existía en el siglo XII un lugar y castillo, situado junto al río Guadalope, llamado Nocito o Noched. Posteriormente Villarluengo fue donada por Alfonso II en 1194 a Fray Gascón de la Orden del Santo Redentor, intentando fijar población en esta tierra despoblada. Dos años más tarde la Orden del Santo Redentor se disuelve y todos sus derechos, bienes y pertenencias pasan a los Templarios. En 1197 Fray Poncio Mariscal de la Orden del Temple, concede su segunda carta puebla a 20 vecinos de la villa. Los templarios consolidan definitivamente estos territorios, dominándolos durante casi un siglo hasta su disolución en el año 1312.
Posteriormente, Villarluengo pasa a manos de la Orden de San Juan del Hospital cuyo dominio sobre la villa se extenderá hasta el año 1811. A lo largo de estos siglos hubo momentos de gran prosperidad para la Villa, que llegó a contar con 1.800 habitantes. En 1541 se fundó el Convento del Monte Santo, gran centro de religiosidad comarcal, utilizado luego en las guerras Carlistas como fortaleza y destruido en 1840 por las tropas liberales. En 1789 la familia de los Temprado, unida a técnicos y capitales franceses, montó en Villarluengo la primera fábrica de papel continuo que hubo en España. Más tarde las fábricas se adaptaron para la producción textil y en ellas trabajaban personas de la localidad y pueblos cercanos. Cerró sus puertas en 1958, tras la guerra civil y la época del maquis. En esta época estuvieron también en funcionamiento los baños de aguas termales. Villarluengo fue el primer pueblo de la provincia en tener luz eléctrica, después de la capital, y el primero en la comarca en tener agua corriente y calles pavimentadas.
Naturaleza en bruto
El entorno de la localidad es agreste, rodeado de montañas y barrancos que sobrecogen. Destacan, sin duda, los Órganos de Montoro, uno de los cuatro Monumentos Naturales del Maestrazgo. Es una zona en la que la naturaleza ha formado caprichosas figuras rocosas en forma de flautas mirando al cielo. ¡Vertiginosas! Actualmente, los Órganos de Montoro forman parte del recorrido de la ruta de slowdriving “The Silent Route”, contando con un mirador panorámico desde el que poder contemplar este fantástico espacio natural.
¿Quieres saber más? Contacta con la Oficina de Turismo de Villarluengo.
También puedes descargarte el mapa de Montoro de Mezquita.
Puedes visitar Villarluengo en 360º aquí!