Si por algo se caracteriza el mes de agosto del Maestrazgo es por el gran número de localidades que celebran las fiestas patronales.
Todos los fines de semana puedes disfrutar de fiestas en uno u otro pueblo. Las primeras son las de Abenfigo, Molinos, Cuevas de Cañart y Mirambel, el primer fin de semana del mes, y a partir de ahí ya es un no parar: las de Castellote, Las Planas, Dos Torres, Bordón, Ladruñán, Fortanete, Miravete de la Sierra, Cañada de Benatanduz, La Cuba y Luco de Bordón se distribuyen por la mitad del mes, para terminar con las de Villarluengo y Cantavieja.
No todas las fiestas patronales son en agosto. A finales de julio las celebraron Allepuz y Villarroya de los Pinares, y a principios de septiembre les toca el turno a La Iglesuela del Cid y Tronchón. Las más tardías son las de Pitarque que tiene lugar en octubre.
Cada una tiene sus peculiaridades propias, pero hay muchos elementos comunes: charangas, verbenas (o baile, como se dice aquí) y discomóviles, comidas o cenas populares, rondallas de jota y baile, concursos variados y un largo etc. Además, no hay que olvidar los actos religiosos en honor a los patrones de cada localidad, con vistosas misas, ofrendas florales o procesiones.
Pero si hay un protagonista indiscutible en muchas de ellas es el toro, corrido en encierros o como toro embolado. Los pueblos se cierran con barreras para comenzar con el encierro, donde los jóvenes ya tientan a las vacas mientras van a toriles. Por la tarde se celebran corros de vacas y se hace la “prueba del toro”, para disfrutar ya de las embestidas del animal que, llegada la noche, se embolará y se soltará por las calles de la población.
Otras actividades que puedes disfrutar en algunos de los pueblos son desfiles de carrozas con los representantes de la infancia y la juventud o con las peñas disfrazadas, fiestas de la espuma, espectáculos de calle, tracas, espectáculos de fuego, etc.
Particular interés reviste en Mirambel la tarde que se baila el Rolde, un baile popular tradicional que cada domingo de fiestas bailan los quintos, o los jóvenes, de la localidad.
Las fiestas de septiembre son las que se celebran en torno al 8 de septiembre, la Natividad de la Virgen María, festejando las “Vírgenes aparecidas”, como es el caso de la Virgen del Cid en la Iglesuela y la Virgen del Tremedal en Tronchón. Ambas tienen particularidades propias, pero cuentan con una romería a la ermita de su devoción, celebrando diferentes actos. En Iglesuela destacan las danzas de pastoras y gitanas ejecutadas por las jóvenes de la localidad que tienen lugar en la ermita, mientras que en Tronchón son muy esperadas las relaciones de bienvenida y despedida que dos niños de la población vestidos de ángeles, le recitan a la Virgen a la entrada y salida del pueblo.
Si quieres conocer un poco más la idiosincrasia de los pueblos del Maestrazgo no puedes perderte estos momentos de alegría, hermandad y disfrute y participar de ellos. No te arrepentirás. ¡¡Seguro que lo vas a pasar genial!!