Al llegar el otoño, y si las condiciones de lluvia, calor y humedad son las idóneas, los bosques del Maestrazgo se llenan de «rebollones», como llamamos en la zona a la seta más popular, al Lactarius deliciosus, níscalo o robellón.
Las zonas de más altitud de la comarca se caracterizan por el dominio del pino silvestre con sotobosque de boj y de sabina rastrera, y en ellos prosperan en otoño las apreciadas y codiciadas setas. En el Maestrazgo, la recogida y, por supuesto, la degustación de setas es una práctica generalizada. Cientos de aficionados se lanzan cada fin de semana a recorrer los bosques en busca de estos manjares. Además del rebollón, se recogen diversas variedades tanto en primavera como en otoño: seta e chopo, babosa blanca y babosa negra, negrillas, macrolepiotas y un largo etcétera.
Desde hace unos años, para poner en valor de manera sostenible este importante recurso, se reguló su recolección, organizada a través de un sistema de permisos obligatorios y ofreciendo una serie de servicios al recolector. Los pases se pueden obtener en internet, en la sede de la comarca del Maestrazgo en Cantavieja y en los establecimientos colaboradores.
Así, elegir el Maestrazgo para pasar un fin de semana disfrutando del bosque y de la búsqueda y recolección de setas es una opción estupenda. Haceros con vuestro pase, una cesta de mimbre que permita la aireación de las setas y la diseminación de las esporas y un cuchillo o una navaja. Además, completad vuestro equipo con una indumentaria acorde, un tentempié para reponer energía, un teléfono móvil que puede ayudaros ante una emergencia y, sobre todo, muchas ganas de pasarlo bien.
Y como colofón, varios restaurantes del territorio ofrecen creaciones culinarias especiales donde los sabores de las setas, las carnes y los frutos secos son los protagonistas indiscutibles, productos que también se pueden comprar en los comercios de la zona. ¡No os vayáis sin probarlos! ¡Sin duda será una experiencia inolvidable!
Información del Coto micológico del Maestrazgo