Muchas y muy diferentes son las fiestas que se celebran en el Maestrazgo a lo largo del año. Desde las hogueras de San Antonio en enero a las romerías y fiestas de primavera de mayo y julio.
Pero sin duda son las de verano las fiestas con mayúsculas. Es el momento en que la alegría desborda las calles, donde vecinos, veraneantes y turistas se encuentran y participan de todas las actividades preparadas, con mucha ilusión, por esforzadas comisiones festivas o por corporaciones municipales.
Es el momento de los concursos, las charangas, los parques infantiles, las comidas y cenas populares, los tardeos, las rondallas y grupos de jota, las orquestas y disco móviles y, como no, de los corros de vacas y los toros. Durante el verano el toro se convierte en protagonista indiscutible de las fiestas de prácticamente todos los pueblos, ya sea en encierros, corros o como toro embolado, y todo ello con gran afluencia de aficionados que miden su arte en recortes, quiebros y otras suertes para disfrute de los asistentes.
Las primeras fiestas de carácter veraniego empiezan en junio. Son las organizadas por los “quintos”, los jóvenes de 18 años de la localidad, que celebran a San Lamberto, o las de San Benón en Villarroya de los Pinares. También las vinculadas a la festividad de San Juan, momento en que se plantan los mayos en pueblos como Fortanete, Cañada de Benatanduz o Villarluengo, localidad esta última donde además tiene lugar todavía el popular baile del “Reinao”.
Le siguen en julio y agosto fiestas en honor a San Cristóbal, con actos curiosos como las enramadas o “pintar tortas” de Fortanete. Las que tienen lugar a final de julio en honor a la Magdalena en Allepuz, o a Santiago en Villarroya, además de las fiestas de Molinos. Agosto empieza con las fiestas de Abenfigo, Castellote, Cuevas de Cañart y Mirambel, continua con La Cuba, Cañada de Benatanduz, Ladruñán y Miravete de la Sierra, y termina con las de Villarluengo y Cantavieja.
Cierran el calendario estival las fiestas de Tronchón y La Iglesuela del Cid, a principios de septiembre, ambas ligadas a la natividad de la Virgen, con sendas romerías a la Virgen del Tremedal y la Virgen del Cid respectivamente. Son fiestas donde los rituales religiosos como las “Relaciones” en Tronchón y el “Dance de pastoras y gitanas” en La Iglesuela son parte central de la fiesta.
Si quieres conocer un poco más la idiosincrasia de los pueblos del Maestrazgo no puedes perderte estos momentos de alegría, hermandad y disfrute y participar de ellos. No te arrepentirás.
